I survived to Behòvia 2009

dimecres, 12 de novembre del 2014

Behobia 2014, un año más.

JC Hernández, patrón de los picapedreros
Amo la Behobia y quiero creer que la Behobia también me quiere a mí. Forma parte de los amores secretos que se acumulan en nuestras vidas y de los que nunca sabremos si fueron correspondidos o no, aquellos que quizás se hubieran vivido en otras circunstancias y que forman parte de nuestra vida aunque sea por omisión.  Porque la Behobia tiene alma y muy pocas carreras pueden presumir de ello.


En un gran fin de semana algo descuidado desde la perspectiva de un corredor obsesivo –sueño, comida, descanso…- volví a estar en la salida, en un día perfecto, fresco, nuboso, sin lluvia.

Sí y sí al nuevo recorrido


Venía sin grandes aspiraciones, en parte porque ya el año pasado conseguí mi sueño de un top 100 y sobre todo porqué en mi primera media las sensaciones no fueron buenas. Así que la relajación era absoluta y sólo cabía disfrutar y disfrutar. Y disfruté. Más de lo esperado. Corriendo y socializando. Conocí a nuevas personas – ¡el Apalabus!- y mejor a las que ya conocía, y viceversa. Y les doy las gracias por ello.

Ya en la línea de salida el espíritu competitivo se adueña de uno y me comentan que Vanessa Veiga quiere correr en 3’30” así que sin ella saberlo se convierte en el faro que ilumina nuestra navegación a cabotaje en el nuevo circuito donde 30.000 atletas saboreamos qué supone correr en el País Vasco.

El del medio de Los Chichos: yo soy ese
El nuevo perfil me parece mucho más cómodo, una primera subida que recuerda la del anterior pero menos desolada y a partir de ahí un recorrido menos rompepiernas hasta converger con el antiguo a los pies del alto de Miracruz. 


Como siempre la Behobia no perdona y rebajar el ritmo 10” por quilómetro supone ser rebasado por muchos pelotones intermitentes y desoladores. Pero no es el caso, nuestra grupetta, que pierde a las dos primeras chicas cuando se nos van en el primer alto, va a un fuerte ritmo y lentamente rebasamos un goteo de atletas.

¿Ande está Juanan?


Noto que corremos mucho pero a diferencia de otras veces cuando la agonía le invade a uno y me hace correr en modo miro solo a un metro por delante y punto esta vez me siento más vertical, más consciente del recorrido, de la afición, de la Behobia, del momento, del presente. Y lo disfruto intensamente. A partir del 10 ya sé que haré un buen tiempo, solo me queda la duda de si aguantaré bien el ritmo en la segunda cima del recorrido. Subimos Miracruz en modo Tour sin ningún problema relevante y encaro la bajada al Boulevard a sabiendas de que otro año más (y van cinco de las seis últimas ediciones) llegaré muy contento. 

Sin duda alguna por fin el elevado volumen que llevo y el trabajo de PreHab y gimnasio, además de los masajes semanales, me han dado sus réditos. 1h10’38”, mejor tiempo en la B/SS y 93 de la general (19 en 40-49).

No hace falta decir que seguiré picando piedra con voluntad catedralicia.  

¡Saludos!

1 comentari:

Dioni Tulipán ha dit...

Muy grande Ferran!!

Olvidado el lapsus del Vendrell..

¿No hubo urnas en SS?